PiSICOlloween

Pues como ha dejado Marta en el comentario, me toca a mi cronizar la noche... y aquí estoy... 

No sé porqué tiene que salir todo esto subrayado, como si fuese un hipervínculo, pero no sé quitarlo si no es rehaciendo toda la entrada... y si hago eso nos quedamos sin las fotos, así que... daremos por muy importante todo lo que se hizo en el PiSICOlloween.

Llegué sobre las 19:20h de riguroso luto  y me retuvieron en la habitación de Marta, de riguroso luto también, hasta pasado un ratito... cuando me dejaron entrar en el salón.... :O murciélagos por todas partes, fantasmas solitos, fantasmas en familia, jarrón de la estrella de poder convertido en ramo de fantasmas, arañas que caían del techo (y eso que las anfitrionas se habían pasado el día limpiando y limpiando...), velas con peligro de incendiar el pelo de Bea y una calabaza casera superchula presidiendo la tele, con su fútbol, noche ¿sensacional? y película de bomberos. Al cabo de un rato llegó Bea, no tan de negro como se había planteado, el sentirse fucsia este otoño le hizo llamar la atención sobre todas las demás... así que nos dedicamos un rato a hacernos fotos, jaja... cualquier excusa era buena esa noche: ¡había que inaugurar el álbum del Facebook de Marta! y... como ya estábamos todas, pues ale... picoteo con birrita y vino blanco frizzante...

Yo me ausenté durante un par de horas, las mejores de mi vida sin ninguna duda :S.... Mientras, por lo que me contaron, las chicas que se quedaron rodeadas del terror... se dedicaron a cenar crepes y a beberse ¡tres botellas de vino!, he de decir aquí que ¡eran 4 cenando! Supongo que después de esto vendrá un comentario de Marta de :" eeeeehhhh, que antes de que tú te fueses ya nos habíamos bebido 2 de esas 3....", y tendría que darle la razón. Así que lo cuento yo ya directamente. Mis mejores horas de la vida fue como estar en un estadio de fútbol-pecera y luego al salir, si había algo que no estaba mojado, se acabó de empapar... y el Valencia perdió, y no podía comer pipas, ni celebrar goles porque si te levantabas se volvía a mojar el asiento... ¡tenía los dedos arrugados como cuando te tiras dos horas en remojo! Así que cuando volví al Pisico... pues me puse el pijama, también negro, por si no me dejaban seguir la fiesta... jeje Y comí postre, que eran también crepes, pero ¡de chocolate!

Y de ahí ya pues el desvarío... juegos y fotos con las banderitas del millor carranc de la història, con manteles en plan capote, con los fantasmas del florero, que si ahora me como una araña o me la cargo, que si suena Iván, "nos mola Iván", "braguitas sexys", mira cómo llueve y mira cómo cantan los del balcón de enfrente, ¿nos vamos de fiesta?, yo zapatos rojos, yo zapatos amarillos, ¿y si me lo pongo en la cabeza y dos limones en los ojos?, ¿y si nos quedamos?, ¿y si nos vamos a dormir?, ¿otro gin más?