DÍA 1: Salimos un viernes por la mañana, finalmente temprano pero con la incertidumbre hasta el último momento de si Lola tendría que trabajar por la mañana o no. Paramos a almorzar en un auténtico bar de pueblo manchego: bar, tienda, local de reuniones, para ir al baño tenías que saltar las cajas de pan, los jamones y los quesos colgaban en un local donde se permitía fumar, carteles de las fiestas del pueblo y bandos del alcalde.
Para comer ya llegamos a Medina del Campo, donde una señora policía nos indicó que podíamos comer comida casera en un bar donde ponía "Comida casera"... toda una oposición para eso y para que luego nos sirviesen natillas y cuajadas Danone... Y con un calor importante nos fuimos con el estómago llenísimo a ver el Castillo de la Mota y, claro, estábamos solísimos. La sala de información era una "pequeña esculturita"... Tras llamar a la Bala quien, cual atención al cliente 24h, nos buscó teléfonos para alojarnos esa noche, pusimos rumbo a Allariz. Es un pueblo a poquitos kilómetros antes de Ourense, medieval e impresionante, pijo como pocos (el nivel de las tiendas nada tenía que envidiar a Poeta Querol en Valencia, Serranos en Madrid, Tornabuoni en Florencia o la Rive Droite de París...) igual me estoy pasando, pero vamos... que ya me gustaría haber hecho un PFC parecido al hogar del jubilado de ese pueblo... Llegamos a la casa rural que habíamos reservado y nos enamoramos. Estaba a las afueras, en medio de las típica imagen que tenemos de Galicia, con sus praderas, campos de maiz, horreos, y casas de piedra. La señora me llamaba Raquel por aquí, Raquel por allá... como si fuese mi madre, jeje... Las habitaciones estaban en un antiguo pajar reformado y antes de dejar las maletas Lola ya se había comido la mitad de gominolas y bombones que teníamos en la habitación, jeje... Nos fuimos a dar una vuelta por la zona, esperando que nos apareciese una meiga de un momento a otro y probando las primeras moras silvestres del viaje... y de allí al pueblo, a verlo y a cenar. A cenar al Baiuca, recomendado por la "madre" de la casa rural y ahora recomendado por nosotros a quien quiera acercarse a la zona. Empezamos ya a jugar con los pimientos de Padrón (picaron los últimos... no sé si es mejor o peor), a comer tapas gigantes y a beber Ribeiro fresquito... y la sorpresa, al ver la cuenta... ¿cenamos otra vez? La otra sorpresa, ver el pueblo desierto cuando salimos de cenar, en contraste con el ambientazo cuando entramos... y era viernes por la noche. Así que nos dimos una vuelta un poco friki y volvimos a la casa, ya con las chaquetas puestas, dispuestos a dormir en un pajar.
3 comentarios:
Solo he podido leer las palabras resaltadas en color... en mitad del curro no me da tiempo a más... pero tiene buena pinta, ya lo leo más tranquilo.
Por cierto, sí, "viaje" es con "j" lo otro era un valencianismo (viatge)... ejem ;)
ey! q curradísimo...
me ha encantado el relato.
lo de "raquel por aquí y por allá" tuvo q ser divertido.
umm...¿cómo has puesto los enlaces?
Y luego, con tu permiso voy a hacer aquí un comentario indirectamente relacionado con tu relato.
"q se permitía fumar". Como imaginaréis, estoy contentísima con la última medida que ha anunciado Trinidad Jiménez. Y bueno, Rajoy como siempre abriendo la bocaza para no decir nada constructivo.(Se nos vé el plumero, sí!).
un besito!
Buff... esta mañana me ha sonado esto en el cacharrito... Es una canción de Nacho Vegas, que más parece el Cantar del Mio Cid... jeje: "El Sacaúntos de Allariz" (xa los aficionados a Milenio3... el sacamantecas de toda la vida)
http://letrasmp3.com/Letra-el-sacauntos-de-allariz_48091.html
No me acordaba de esta canción pero, Lola... seguro que al lado de la casa, donde estuvimos haciendo el chorra de posar como meigas y tal... es donde esta historia cantada aconteció...
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