despacio.............

…despacio.... Una propuesta para nuestros tiempos rápidos es ir despacio . Despacio, poco a poco, lentamente. Porque no tener tiempo es como no tener nada. El tiempo es lo único que tienes. Y por eso, cuando lo das, lo das todo. Hacer despacio obliga a elegir no hacer muchas cosas, que es una buena manera de hacer alguna de verdad. Porque hacer de verdad es no hacer por anticipado sino ser fiel al instante, como el rayo, que es a lo único a lo que perteneces. Hacer despacio lleva a olvidar los pasos que predetermina los caminos de la memoria para habitar lugares intermedios llenos de vida y de sorpresas. Porque vivir por anticipado, es no vivir, ni siquiera cuando llega, que es siempre otra cosa. Despacio no quiere decir lento. Es más bien el límite entre lo rápido y lo lento. Un lugar donde puedes estar sin estar del todo. Porque ir despacio no significa no llegar, sino llegar de la mejor manera posible. Solo despacio ves las cosas proyectadas en ti, que es la única manera de ver las cosas. Porque aprender despacio es aprender desde dentro , reconocerse en los demás y en lo que te rodea, como algo tuyo que permanece. Por eso, la emoción es un instante de vida compartida, donde tú eres el otro o lo otro, donde tu cuerpo queda suspendido en el tiempo. Despacio te das cuenta de que no siempre puedes moverte despacio, por ejemplo para levantarse de una silla. Pero e l movimiento despacio lleva a pensar despacio, pensar con lo que te rodea. Si piensas despacio, todo es nuevo, todo aparece por primera vez, nace y muere en el instante. Aparecen, entonces, los sentidos, aparece el cuerpo, aparece la vida, te da tiempo a escuchar a los hombres y a los pájaros, a los árboles y a los colores. Despacio escuchas a niños y mayores. Un mundo separado de niños y mayores es un mundo enfermo. Despacio sientes las energías de los lugares. Y a los dioses que habitan en ellos. Despacio descubres el movimiento articulado de tu cuerpo. Y los elementos rítmicos y fluidos que los habita. Qué orden, qué alegría. Cuando algo se siente hay que pararse. Llenar la memoria de sensaciones y emociones para no convertirse en el robot de la eficacia. Porque si vives bien, proyectas buena vida. Si vives con stress proyectas stress. Si la vista va despacio, fija la atención en los matices, en lo que no se ve, que es lo que más importa. Alberto Morell (Enhall nº 94)